martes, 29 de junio de 2010

¡OH HERMOSO FOCO DE LUZ AMARILLENTA QUE ILUMINAS EL CUARTO!

Blanco y negro. Más negro que blanco; grises, bruma, sombras, oscuridad. Las persianas están cerradas, pero se filtra un poco de luz. En el techo, muy cerca de la ventana, se forma una elipse; blanca, pero no brillante. Es un lunar blanco, pero percudido. Del perímetro de la elipse va naciendo la oscuridad; puntos negros aislados, que mientras avanzan hacia el foco que pende del centro del techo, se van uniendo más y más. Cuando rebasan el centro, los puntos se multiplican por miles hasta llenar la mitad del techo, y más aún; la oscuridad se derrama sobre las paredes. La oscuridad se escurre sobre el piso, la cama, mi cuerpo, su cuerpo. Si miras hacia la ventana, no adivinarás que es azul, a pesar de que la claridad de la luna lucha por traspasar las persianas.

PREVIEW / COMING SOON / THIS SUMMER

Ya ves, cabrón, por prestarte el carro terminé todo empapado, puto. Pero eso no fue lo más culero, güey. Ese día que salgo de la chamba y que veo que está lloviendo machín, pero machín, güey. Pero pus ni pedo, tenía quirme pala casa a güevo. Tonces que de ái de la puerta, que agarro y que me voy en chinguiza pala parada del camión. Ni pinche chamarra llevaba, con este pinche calor, quién putas anda cargando chamarra, cabrón. Me cae que de lo tendido quiba, casi no me había mojado, neta, pero que un rejijo de su puta madre, de los jefes de ái de la chamba, que pasa en su carro, bien tendido el puto; y ya ves que casi no hay baches en la avenida, tonces que al puto se le clava la llanta en uno y que me salpica. Llegué a la parada, pero pus ya paqué; si este puto ya me había manchado todo el pantalón. Estaba requetemputado, güey; no había lavado ni un pinche pantalón por güevón, y luego así como estaba el día; ni modo que se fuera a secar. Vieras visto ese día, cabrón; la neta, parecía que no iba a parar; si en la fabrica estaba todo todo nublado, pala colonia se veía una pinche nubezota bien negra. A esa hora la calle ya había valido madres; ya estaba toda bien inundada, y apenas pasaban uno, dos carrillos, y el pinche camión, ni pa cuándo, güey. Yasta quería agarrar taxi, pero tampoco. Pinches robamaletas, con el aguacero hacen su agosto, los cabrones, pero por ái no se aparecía ni uno, cabrón.

martes, 22 de junio de 2010

PURAS PATADAS

Es martes; no es trece, pero es un día fatídico: ha perdido la Selección Nacional. Hoy no es un buen día para recoger el desmadre de la casa ni para salir al jardín y cegarse con la luz del sol ni para bañarse, mucho menos para buscar empleo. Por qué dejaste tu empleo anterior, te preguntarán. Dirás que por la escuela, que porque vas a estudiar, que el horario no te daba; que sólo por eso, pero que eras un empleado ejemplar y que nunca tuviste problemas con nadie.

La Selección ha perdido, y parece que por su culpa te ha hecho daño el café de la mañana y tienes diarrea. Por qué no nada más escribes y dejas de pensar que la casa esta tirada, que huele a encerrado, que tienes el cabello grasoso, que el baño apestaba a oxido, porque ahora apesta a tu mierda.

Visitas las páginas de empleo, pero no hay nada para ti; sólo ventas, técnicos en millones de cosas, especialistas en software, meseros, limpieza. Quieres ser redactor, periodista, corrector de estilo, editor, columnista, cronista, pero sólo tienes la prepa vato. Podrías aceptar esa chamba de ventas en una tienda de tenis; medio tiempo por tres mil pesos. Sí, tienes razón; es una mierda, pero qué quieres, me vas a decir que tú estás acostumbrado a ganar cinco mil pesos mensuales, nomás parado en la puerta de una librería dando a la gente estúpida, los Best-sellers que busca; porque ellos nunca serán como tú; gran lector de cosas propositivas e innovadoras, que no se comparan con las porquerías que publican las grandes editoriales. Lástima, hermano, que no paguen por leer en este país.

Sí, me podrás decir que tú puedes escribir mucho mejor que toda esa bola de ignorantes que trabajan en los medios locales, pero ya te dije: S-Ó-L-O T-I-E-N-E-S L-A P-R-E-P-A; acepta tu realidad hijo, ya sabes que en este país necesitas el papel o un trampolín; y tú eres un jodido y nunca has sido bueno para las relaciones sociales, disque porque eres muy chingón y no necesitas a nadie, y nunca darías las nalgas por conseguir la chamba que sueñas.

Pero la neta sólo eres un pendejo más en este país, que sueña con que la Selección sea campeona del mundo, pero qué fumaste carnal; la neta sí estás bien pendejo, y más porque te emocionas cuando la Selección juega bien, sientes cosquillas en el pecho, sonríes frente a la tele, quisieras ser cualquiera de esos pendejos que pateando un balón, gana millones, sale en la tele, tiene admiradores, tiene un futuro asegurado, y que no se tiene que preocupar por conseguir una chamba. Una mísera chamba de setecientos cincuenta a la semana por ocho horas de esclavitud, seis días a la semana, sin descanso en domingo. Ni modo mijo, pa qué nació jodido, ora se chinga.